Disco rayado.

Es como escuchar ese disco rayado mil veces seguidas...
Y saber que cambiar aún no es un hecho...
allí, en mi cabeza, están esas voces tratando de hacerme pensar, y otra vez se queman junto con esas cartas de amor...
Es como un dejà vu, dirigiendosé a la nada...
Y despues de la lluvia de lágrimas, conversaciones profundas y preguntas sin respuestas claras, cosas que uno no sabe, salen como pinceladas escapandose de su propio cuadro.
En ese pequeño instante sentimos que se enchufa un cable y cada circuito toma su curso aumentando la espectativa de seguir adelante...
Sin embargo se nos retuerce la mente, se revalsa el vaso y dejamos caer una bandera blanca pidiendo clemencia.
Nos alejamos, dejamos de rodar y abrazamos nuestras piernas haciendonos saber que a veces nos sentimos solos al no ser comprendidos.

Luego miramos a nuestro alrededor, miramos a los ojos a ese ser que pregunta frecuentemente y nos hace sentir tan vivos que la felicidad comienza a subirnos por los pies... Cuando llega hasta el último pelo de nuestra cabeza las preguntas se acaban, las lágrimas se secan y el ·perdón· pica en nuestra lengua derritiendo las barreras, pendiente por partir.
Después nos sentimos tan libres que resguardarnos ya no es una meta...

Y supongo que ahora uno sabe como y donde acaba... (en el buen sentido de la palabra)





Regresé.