Mi querido y odioso titeretero...

Ser parte de un todo o estar perdida en lo inexistente.
El siemple hecho de ser o tratar de aparentar ser alguien...
Es como estar a la deriva entre dos orillas muy destacables, tan diferentes entre si, tan lejos de este ente que hoy escribe...
De hecho no se quien soy, no se a donde voy, no se que quiero, no se que debo...
Siento este ente barado en la ausencia y espera de algo que aún no conozco...
Barada, solo el destino puede decidir que debo hacer, estoy en sus manos, es el titiritero que arma su función, pero nadie lo vé, esta detras de ese gran escenario... El público solo observa a este ente estúpido...
Él destino es la otra parte de mí, de seguro es la otra parte de nosotos...
Él es quien me confunde, quien me atormenta, a quien se le ha ocurrido jugar conmigo.
Él público por su parte, a veces rie, otras llora, otras veces se levanta indignado y se retira... En cada función veo caras nuevas, a veces aparecen viejos espectadores, con intenciones nuevas, con motivos nuevos, actuan tambien muy raro, en lo que ami respecta los observo y sigo mentalizando mi personaje...
Solo despues de las funciones, cuando al caer la noche se acaba la tortura, lloro o contemplo mis penas.
Solo cuando se termina la función, solo en ese momento...

[Algún día talvez no muy lejano, me siente a charlar con vos querido destino, a ver si logro que me dejes un poquito en paz, pero solo un poquito...]